lunes, 3 de diciembre de 2012

Dia 15 Miedo a ser Discriminada Relegada.


Al estar re definiendo la palabra- Reconocimiento- lo que vino a mi pensamiento fueron imágenes de sentirme discriminada, relegada, perder la imagen, no ser suficiente, no llenar las expectativas de los demás, me di cuenta como me fui a la polaridad de -reconocimiento- que vendría a ser lo contrario, sin embargo en este blog caminare con la discriminación, y el sentirme relegada.


Una de las muchas veces en que me sentí discriminada fue por el hecho de ser mujer, de muy joven veía como los hombres podían hacer o decidir lo que se les antojaba, entrar y salir a la hora que ellos decidían y esto me enojaba y me reprimía en muchos aspectos, a pesar de que me desarrolle en una familia, donde se ejercía el matriarcado, creía que a los hombres no les podía decir o hacer lo contrario a lo que ellos decidían y pues como consecuencia acepté y permití ser dominada por un hombre machista.

Me he sentido discriminada por autoridades, por burocracia, y por médicos por amistades, sintiéndome relegada a ser una mujer de segunda clase en donde el mundo es dominado por hombres.

Me doy cuenta que al aceptar y permitirme ser tratada como mujer de segunda clase ejercí también el patrón de discriminar y relegar a los demás    y a la vida en general.

Me perdono a mí misma por aceptar y permitirme a mí misma definir y hacer juicio sobre la palabra machista, y adjudicarla a una pareja   ya que la experiencia que tengo es de que solo ellos tienen la razón  esto viene de una memoria que he guardado donde elegí por pareja un hombre controlador, autoritario, violento, dominante y al convivir con el  me despersonalice por completo perdiendo mi valor, mi vida giraba alrededor de sus deseos sin tener autoridad para decidir que quería yo , como permitirme trabajar, llevar a mis hijos a clases extras etc. Por esto me perdono a mí misma. Por haber existido victimizada, y sin voluntad y no haberme dado cuenta que solamente estaba manifestando las memorias de lo que atestigüe cuando fui niña de como relacionarse con una pareja y me perdono a mí misma por no haberme levantado y darme dirección.

Me perdono a mí misma por no haber aceptado y permitido darme cuenta que he existido como el mismo patrón, que he enjuiciado autoritario, violento, dominante, controlador, como ramificado en los ámbitos de mi vida tanto en mí negocio como en mi familia.

En y cuando me vea a mí misma existiendo en polaridad dominando para evitar ser dominada y  a la vez existiendo en inferioridad, me detengo y respiro. Me doy cuenta que al haber permitido ser dominada por un hombre controlador, autoritario, violento, dominante, fue por la forma en que aprendí a relacionarme como pareja, porque fue lo que guardo en mis memorias. Y yo misma manifesté este patrón tanto en mi negocio como en mi familia. Me comprometo a mi misma a dejar de existir en la polaridad dándome cuenta que puedo crear relaciones en igualdad desde lo físico, considerando a mis clientes y a mi familia como las expresiones de vida que ellos son como poniéndome en sus zapatos.

Me perdono a mi mismas por aceptar y permitirme a mí misma sentirme discriminada por las autoridades aduanales, fiscales, judiciales ya que por mi trabajo me muevo en este ambiente que es de donde saco los medios para sobrevivir, y por esto me perdono a mí misma por usar una imagen engañosa para no sentirme discriminada y poner un límite para que no se abuse de mí, pero en el fondo si me siento discriminada, en lugar de, levantarme en honestidad como uno mismo como el coraje de enfrentar la situación en el momento desde quien soy como la estabilidad como vida.

Me perdono a mí misma por aceptar y permitirme a mí misma sentirme discriminada por los empleados burócratas en algunas oficinas en donde hago tramites en lugar de darme cuenta que es el sistema que yo he aceptado y permitido y me perdono a mí misma por yo también tener predilección por algún cliente en especial y discriminar a otros donde doy preferencia a los clientes los cuales tengo la idea de que van a comprar y los que discrimino es porque tengo la idea de que solo van a entretenerse.

Me perdono a mí misma por aceptar y permitirme a mí misma sentirme discriminada por los médicos, ya que cuando he ocupado de sus servicios me doy cuenta que algunos pacientes no toman su lugar en la sala de espera y pasan directamente y esto me hace sentir discriminada y sin valor, me doy cuenta que es la forma en la que hemos sido entrenados para someternos a la autoridad, y por esto me perdono a mí misma, por no darme cuenta y entender que los médicos son mi reflejo ya que yo ejerzo la autoridad con mis clientes y algunas veces juzgo a las personas como sin valor.

En y cuando me vea a mí misma sintiéndome discriminada, inferior y sin valor, me detengo y respiro. Me doy cuenta que he sido yo misma aceptando y permitiendo la discriminación, inferioridad, y la desvalorización, por encubrir mi miedo a no ser aceptada, a no llenar las expectativas de alguien más. Me doy cuenta de cómo he apoyado y asistido al sistema mental para mantener el punto de polaridad de la superioridad e inferioridad en donde me he estado desenvolviendo. Me comprometo a darme cuenta de que este punto de discriminación me ha servido para victimizarme y perpetuar el abuso en la existencia. Me comprometo a mí misma a dejar de discriminarme y discriminar a otros aceptándome y apoyándome y asistiéndome en el respiro en el perdón a uno mismo. Me comprometo a mí misma a investigar el sistema igualitario monetario, y participar en su implementación para que no exista más el abuso y la discriminación.

Me perdono a mí misma por aceptar y permitirme a mí misma definirme a mí misma como una mujer de segunda clase ya que la experiencia que he tenido en el mundo familiar y laboral es que el mundo es dominado por los hombres, por lo cual he reaccionado siendo igual a ellos, dominante y por esto me perdono a mí misma por no tomar responsabilidad y darme cuenta que me he estado engañando y que yo misma me someto y me disminuyo me reprimo y luego me voy al otro extremo donde reacciono como el dominio. Me perdono a mí misma por no darme cuenta que este es un ciclo  que se manifiesta en todas mis relaciones al discriminar y relegar a los demás y a la vida en general.

Me perdono a mí misma por haber aceptado y permitido a mí misma juzgarme a mí misma como mujer de segunda categoría y de esta manera separarme de mi misma de los hombres y de toda la vida.

En y cuando me vea a mí misma definiéndome como mujer de segunda categoría es porque tengo un motivo ulterior, y lo uso para justificar para discriminar  y relegar a los demás, y a la vida misma y al mismo tiempo disminuyéndome, reprimiéndome, victimizándome, y reaccionando en separación de mi misma de los hombres y de toda la vida, me detengo y respiro. Me doy cuenta que he sido yo la que manifiesto la discriminación porque acepto y permito que se activen las memorias del pasado donde guardo las creencias de como son los hombres y lo aplico a mi vida cotidiana sin tomar responsabilidad. Me comprometo a mí misma a responsabilizarme de mi misma a no aceptar ni permitir ser dirigida por creencias, y justificaciones, que apoyen la discriminación. Me comprometo a mí misma a dejar de crear separación y caminar en igualdad con los hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario